miércoles, 22 de octubre de 2014

LA CHISPA QUE INCENDIO TODA LA PRADERA




16-10-14.
N. No. 309

LA CHISPA QUE INCENDIO TODA LA PRADERA

Jorge Echazú Alvarado
Primer Rector Autonomista de la UPEA.

La historia verdadera y auténtica de la UPEA, está sumida en la más completa confusión por el carácter complejo que tuvieron las jornadas heroicas de octubre de 2003. Por entonces, la juventud alteña dispuesta a conseguir por todos los medios la autonomía universitaria que le correspondía por Ley Constitucional, se dispuso a combatir sin tregua para conseguir sus propósitos mediante la movilización de toda una ciudad que apoyaba resueltamente todas  esas aspiraciones.

Las jornadas del octubre rojo de 2003, tuvieron como vanguardia rebelde a la juventud universitaria que junto a sus reivindicaciones específicas, planteaba una oposición franca a los gobiernos neoliberales. Los acontecimientos se fueron profundizando y radicalizando en medio de una bárbara represión de parte del gobierno gonista que pretendía ahogar en sangre la rebeldía estudiantil y popular.

Finalmente un 17 de octubre, hacen once años, una gigantesca movilización alteña que tenía francos propósitos revolucionarios de derrocar al Gobierno, consiguió la huida vergonzosa y apresurada del oligarca Sánchez Lozada a su cueva conocida: los Estados Unidos.

Estas gloriosas jornadas que han quedado grabadas en letras de molde en la historia nacional, y al margen de cualquier falsa modestia, fueron encendidas por la chispa universitaria que consiguió incendiar toda la pradera seca de las necesidades de un pueblo olvidado como el alteño. Al frente de las mismas se encontraba una juventud cuya cabeza dirigente era claramente la conducción universitaria que sobrepasando los estrechos límites autonomistas universitarios, planteaba un cambio radical de la política nacional en general.

Sin embargo, a once años de tan inolvidables acontecimientos, surgen de las sombras de la mediocridad y la mezquindad, voces que pretenden enlodar el prestigio de los actores directos de esas jornadas, méritos que fueron ampliamente reconocidos por la comunidad universitaria alteña en distinciones, diplomas, títulos, como los de “Rector Honorario Vitalicio”, “Doctor Honoris Causa”, “Docente emérito”, y otros.

 En primer lugar, una escandalosa “auditoria” elaborada entre gallos y a media noche por una “Contraloría” ciega, sorda y muda, a cargo del señor Gabriel Herbas, intenta inculparme como responsable de apropiación de recursos económicos del Estado asignados a la UPEA, siendo así que se pusieron en su conocimiento todas las pruebas como son los extractos bancarios que acreditan mi total y completa inocencia de los cargos infames y fraudulentos.  Por otro lado, un pequeño personaje (Edgar Rosso López) que fungía como Director Jurídico de la UPEA, tiene el atrevimiento de deslizar “informaciones” a un despistado reportero de “LA RAZON”, que irresponsablemente, publica en tan prestigioso matutino, una serie de calumnias e infamias contra la persona del Primer Rector Autonomista de la UPEA.

Es bien sabido por el mundo entero y sus alrededores que JAMAS DICHO RECTOR, manejó las cuentas fiscales de la UPEA y por lo mismo no podía, en absoluto, apoderarse de recurso alguno, ni ha sido objeto de denuncia alguna, juicio o procesamiento.

Felizmente en una reunión de esclarecimiento con la dirección de aquel matutino se llegó a establecer que efectivamente no existía ningún respaldo documental para el sostenimiento de las calumnias e infamias cargadas contra el autor de estas líneas.

Finalmente y por enésima vez, expresamos nuestra voluntad de recurrir a TODOS LOS MEDIOS DISPONIBLES para rescatar la verdad histórica y poner en el banquillo de los acusados con la seguridad de que volverán a parar a las celdas de San Pedro, con pruebas irrefutables, a aquellos que, quién sabe por qué medios y recursos vedados, lograron que Contraloría General los excluya textual y maliciosamente de cualquier Auditoría, cometiendo el delito de encubrimiento, siendo así que fueron ellos, precisamente ellos: Javier Sebastián Tito Espinoza, Edgar Chipana, Mauricio Cori y cia, quiénes son los responsables directos de los manejos dolosos de los recursos fiscales de la UPEA.




No hay comentarios:

Publicar un comentario