miércoles, 25 de abril de 2012

CONSULTA PREVIA, TIPNIS Y ASONADA REACCIONARIA


25-04-12
P. N. 183

CONSULTA PREVIA, TIPNIS Y ASONADA 
 REACCIONARIA



La derecha reaccionaria después de largos años de desorientación y arrinconamiento por el empuje popular del proceso de cambio, ha encontrado un pretexto para destrabar su accionar político y tomar la iniciativa frente al Gobierno.

Ese punto de quiebre se encuentra en el error mayúsculo del Gobierno de considerar que los indígenas de tierras bajas aceptarían gustosos una carretera a través de un Parque Nacional y un Territorio Indígena. Con esas consideraciones y sin cumplir una consulta previa a los pueblos propietarios del territorio indígena de Isiboro Sécure que señala la Carta Magna, el Gobierno contrató, sobre la marcha, la construcción de una carretera desde Cochabamba (Villa Tunari) hasta San Ignacio de Moxos (Beni) a través de ese territorio y su núcleo fundamental.

Inmediatamente los finos olfatos políticos de la derecha tomaron contacto con los dirigentes de la CIDOB y fácilmente los convencieron de la necesidad de oponerse a la carretera con el argumento de la falta de consulta y por atentar contra la Madre Tierra, la ecología y el hábitat de los pueblos mojeños, yurakareños y chimanes.

Desde el punto estrictamente jurídico, si se establece la existencia de vicios procedimentales en cualquier proceso, lo correcto es anular obrados hasta el vicio más antiguo y en su caso inclusive hasta fojas cero. Un accionar semejante podría hacer dado como consecuencia la realización de la CONSULTA PREVIA en la que serían los pueblos los que definan si deseaban o no la construcción de la dicha carretera,

Como no se obró de esta manera, la derecha y el imperialismo que pretende, en todos los casos, tiempos y lugares, cambiar gobiernos que no son de su agrado, comenzaron a implementar un gran plan político de desestabilización del Gobierno del MAS.

La Octava Marcha Indígena de las tierras bajas dirigida francamente contra el Gobierno, fue un gran triunfo, NO DE LOS INDIGENAS, sino de la derecha que se encontraba arrinconada, logrando de este modo salir de su ostracismo. No se puede negar que al arribo de dicha marcha a La Paz, todos los reaccionarios, los resentidos, los trotskistas, los miedosos, los clasemedieros siempre oportunistas y todos los  pusilánimes, encontraron la oportunidad de exteriorizar sus rencores contra el proceso de cambio de los indios “alzados”, enfrentando indios contra indios, una estrategia digna del accionar imperialista.

Alcanzada la firma de la Ley de la Intangibilidad por parte de la Octava Marcha, recién el Gobierno plantea la CONSULTA que es denunciada de extemporánea.

Ahora como respuesta y completamente envalentonada, la derecha está subvencionando, patrocinando, financiando y organizando la Novena Marcha Indígena para este 25 de abril.

Las consecuencias de esta Novena Marcha son impredecibles ya que el verdadero objetivo de la misma es propiciar un gran levantamiento popular en La Paz y lograr el derrocamiento “pacífico” de Evo Morales. Se prevé que en los enfrentamientos que se puedan dar se produzcan heridos y el consabido “muertito” que es muy fácil obtener con los satinadores que siempre tiene la CIA norteamericana infiltrados en los enfrentamientos para achacarlo al Gobierno como ocurrió en la Calancha (Chuquisaca).

Es este el peligro inminente de la Novena Marcha.

No tenemos idea de qué tipo de reacción tendrá el Gobierno que ante la imposibilidad de utilizar la fuerza pública, se encuentra al descubierto frente a una oleada subversiva a la llegada de la marcha.

Si a este panorama agregamos los conflictos en pleno desarrollo de sector de salud, de los médicos, de los maestros, de los transportistas, etc., etc., nos encontramos frente a un panorama muy difícil para el gobierno que lejos de sumar aliados,  lo único que está haciendo es sumar enemigos, poniendo en serio peligro el propio proceso de cambio que no le pertenece en exclusividad.

La batalla ideológica esta siendo perdida por parte del Gobierno que tiene en los medios de comunicación masiva de la empresa privada, los articuladores de esa derrota.

La fuerza pública de la Policía Nacional no puede ni debe intervenir porque sería el pretexto de “ansiado” muertito que tiene en mente la derecha.

Es posible que nuestro análisis sea pesimista, pero no estamos alejados de la realidad si sostenemos que si no se articula un plan concreto de defensa del proceso, se avecinan nubarrones negros en el futuro inmediato de la Patria.

PCmlm.

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