miércoles, 12 de octubre de 2011

Los tres grandes genocidios holocausticos que fueron generados por el capitalismo

12-10-11
Cuadernos de liberación. No. 13.
 LOS  TRES GRANDES GENOCIDIOS   HOLOCAUSTICOS 
QUE   FUERON   GENERADOS   POR EL   CAPITALISMO

1.   PRIMER GRAN GENOCIDIO
A cinco siglos de la conquista y colonización de Abya Yala.

2.           EL SEGUNDO GRAN GENOCIDIO.
La infame "Economía de Trata", el comercio de esclavos.

3.              EL TERCER GRAN GENOCIDIO.
Las inicuas guerras del opio contra China.

«El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América,
la cruzada de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población indígena (I),
el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales (II),
la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros (III);
son todos hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista.»
(Karl Marx)

INTRODUCCION

El origen de la acumulación de gran riqueza y los éxitos económicos logrados por Europa y los Estados Unidos, es decir Occidente, en sus relaciones con el resto del mundo, deben ser indagados partiendo precisamente del estudio de esas relaciones que, como veremos brevemente, no tienen nada que ver con la democracia, la justicia, la libertad y la fraternidad que serían enarboladas por la burguesía triunfante y ascendente a partir de la Revolución Francesa que, efectivamente, fue una revolución auténticamente democrática, aunque políticamente sirvió a la burguesía internacional para imponer su dominación al mundo.

Pasamos a estudiar someramente los tres grandes acontecimientos históricos de carácter holocaústico que finalmente generarían y dieran origen al Modo de Producción Capitalista  y que en su fase imperialista y globalizadora hoy impera soberbiamente en todo el planeta.

PRIMER GRAN GENOCIDIO
 A cinco siglos de la conquista y colonización de Abya Yala.
 En primer lugar tenemos el genocidio de las Américas, quizá el más extenso y el más oprobioso, entre los oprobiosos: el exterminio de las poblaciones de Abya-Yala y la esclavización de los pueblos restantes. Para nadie es un secreto que los europeos, en este caso ingleses, franceses y holandeses, vaciaron literalmente las grandes praderas norteamericanas de sus habitantes originales aniquilando culturas tan importantes como la mississipiana, por ejemplo. Luego sucedió el aplastamiento de las altas culturas de Meso-américa y los Andes centrales. Conquistadores bárbaros en la acepción científica del término, destruyeron las estructuras prodigiosas levantadas por estos pueblos en todos los órdenes de la vida, como ser la arquitectura, la astronomía, la tecnología agraria, la tecnología hidráulica, la cooperación económica, la seguridad social del ayllu y el calpulli, la medicina, el álgebra, las matemáticas, la contabilidad, etc., etc.

«El 12 de octubre de 1492, América descubrió el capitalismo. Cristóbal Colón, financiado por los reyes de España y los banqueros de Génova trajo la novedad a las islas del mar Caribe. En su diario del “Descubrimiento”, el almirante escribió 139 veces la palabra oro y 51 veces la palabra Dios o Nuestro Señor……En 1614 el arzobispo de Lima mandó a quemar todas las quenas y demás instrumentos musicales de los indios. En 1919 el jefe militar de las islas San Blas, en Panamá, orgullosamente anunció que las indias kunas nunca más se pintarían la nariz, pero las mejillas sí, como debe ser. En 1985, en la provincia Jujuy, en la Argentina, los funcionarios de Registro Civil no aceptaron que un niño indio se llamase Kori Wamancha. Prohibido por los misioneros de cantar a las estrellas del cielo y a las arañas del bosque, el shaman de los indios chamacocos, en el Paraguay, decía "Dejo de cantar y me enfermo. Mis sueños no saben a dónde ir y me atormentan"…

Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fue fértil y más de la mitad de la población come salteado. Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras y siguen condenados a la negación de su identidad diferente….

Gabriel Rene-Moreno fue el más prestigioso historiador boliviano del siglo pasado. Una de las universidades de Bolivia lleva su nombre en nuestros días. Este prócer de la cultura nacional creía que "los indios son asnos, que generan mulos cuando se cruzan con la raza blanca"….

El peruano Ricardo Palma…, escribió que "los indios son una raza abyecta y degenerada. Y el argentino Domingo Faustino Sarmiento elogiaba así la larga lucha de los indios araucanos "Son los más indómitos, lo que quiere decir: animales más reacios, menos aptos para la civilización y la asimilación europea.."…. » (1)

Estas citas del gran escritor uruguayo nos muestran hasta qué punto la intelectualidad colonializada del pasado y del presente, despreciaba  y desprecia al indio. Incluso tenemos una cita referida a un conocido intelectual argentino con antecedentes "socialistas".

«Los negros, oprobiosa escoria de la raza humana, están más próximos de los monos antropoides que de los blancos civilizados. Y para demostrar su irremediable inferioridad, Ingenieros comprobaba: "los negros no tienen ideas religiosas"……» (2)

El más grande agravio que se puede inferir a los pueblos de América Latina, después del propio genocidio, fue "celebrar" su holocausto y, ante todo, obligarlos a participar en esas  celebraciones. Es más o menos, como obligar a los judíos que celebren alborozados algún aniversario del establecimiento de Auschwitz o Treblinka.

Sin embargo, a pesar de todo, los preparativos continuaron, agregándose al "encuentro", el asunto de la celebración de la "evangelización" del Nuevo Mundo. La Iglesia Católica Boliviana, por ejemplo, confesó a destiempo y con bastante hipocresía, "los pecados cometidos contra la vida y la dignidad de los pueblos aborígenes en connivencia con el poder temporal y en el contexto histórico del tiempo". También se reconoce que "las culturas locales no han sido suficientemente comprendidas, respetadas y asumidas en la "evangelización", a veces fueron más bien agredidas". Para pagar la "deuda", se ofrece una nueva evangelización. (Dios nos libre de la segunda). El documento en cuestión sostiene:

«Como pastores de esta Iglesia, Pueblo de Dios, con ocasión de la conmemoración de los 500 años de la llegada del Evangelio y de los europeos al continente Latinoamericano, queremos expresar nuestro mensaje desde el Evangelio y en fidelidad al Espíritu presente en la historia de nuestros pueblos….

Confesamos con sinceridad y valentía los pecados cometidos contra la vida y dignidad de los pueblos aborígenes, en connivencia con el poder temporal y en el contexto histórico del tiempo. Reconocemos que las culturas locales no han sido suficientemente comprendidas, respetadas y asumidas en la Evangelización a veces fueron más bien deformadas y agredidas (+). En este aspecto y desde la primera evangelización quedamos con una deuda que la Nueva Evangelización quiere pagar, de modo que el Evangelio penetre en los corazones de las personas y hasta las raíces de su creatividad cultural…

La acción proselitista de grupos religiosos llamados comúnmente sectas, atenta contra la identidad cultural del pueblo caracterizada por sus profundas raíces religiosas por un lado condenando como diabólicas las expresiones religiosas ancestrales y por otro tildando de idolátricas las manifestaciones de religiosidad popular católica….» (3)

El genocidio holocaústico cuyas razones fueron precisamente la evangelización y la sed de oro, se cometió, efectivamente, en connivencia con el poder temporal, empero, ¿podemos afirmar que dicha connivencia ha cesado? ¿Se puede pues no muy valientemente por cierto, tomar la responsabilidad de la enormidad de los crímenes cuando se está seguro que no hay tribunal alguno que pueda cobrar y castigar nada?

No se está, pues, conmemorando o celebrando sucesos de siglos atrás. En realidad se trata de perpetuar los métodos y sistemas que hicieron posible la conversión de nuestra América en una periferia explotada y oprimida.

Nuestra visión, en el presente trabajo, es totalizadora y pretende una comprensión del fenómeno como acontecimiento histórico, ya que la conquista y la agresión han sido siempre elementos constitutivos del desarrollo de todas las formaciones sociales a través del tiempo y en todas las latitudes del planeta. El concepto mismo de "desarrollo" no supone gradualismo mecánico siempre ascendente, pues una conquista y una agresión pueden significar un verdadero retroceso para unos y un avance real para otros de acuerdo con la teoría de "suma cero". En este sentido, es importante indagar en dos direcciones: primero, comprender cuál era la tendencia y el sentido del desenvolvimiento de las formaciones sociales de Abya Yala (4), en el momento de la irrupción de los europeos en sus territorios y segundo, determinar una comparación aunque sea empírica entre conquistadores y conquistados.

Nuestra hipótesis central es más o menos la siguiente:

- El nivel de desarrollo de Abya Yala no era ni inferior ni superior al desarrollo de las formaciones sociales europeas de la época por el hecho simple de que tenían un contenido y un carácter diferentes y un ritmo disímil de acuerdo con la teoría del Desarrollo Desigual de las Formaciones Sociales.

En efecto, mayas, aztecas, chibchas o incas, habían ido forjando a través de milenios auténticas naciones y estados que en muchos sentidos han admirado y admiran los estudiosos profundos de las culturas americanas. Las formaciones abyalenses avanzaban notoriamente desenvolviendo un sistema de vida de carácter tributario cuyas especificidades fundamentales eran las siguientes: a) comunidades aldeanas autosuficientes altamente organizadas cuya actividad central era indudablemente la agricultura mayor, b) estructuras tributarias mediante las cuales la comunidad sostenía a los estratos superiores y dominantes que a su vez proporcionaban protección a las comunidades. El tributo era agrícola, en obras públicas y servicio militar, c) el ente superior constituye un verdadero Estado en las formaciones más avanzadas de Abya Yala.

Europa y especialmente España, jamás comprendieron a las sociedades abyalenses y jamás pasaron de una interpretación primitiva de sus estructuras que las asimilaron con aborígenes formaciones salvajes y bárbaras.

Desde el punto de vista teórico, el feudalismo que, efectivamente, dominaba en España a tiempo del "descubrimiento", ha sido un modo de producción periférico si lo comparamos con el modo tributario dominante en el oriente. Esto ha sido demostrado ampliamente por los trabajos luminosos de Samir Amin. En efecto, la feudalidad europea no podía compararse con el portentoso adelanto cultural y tecnológico de las grandes formaciones tributarias del oriente próximo y lejano. De modo que quedan desmontadas todas las ideologías que presuponen una superioridad absoluta y transhistórica del llamado "Occidente".

Las formaciones abyalenses, según todas las investigaciones más autorizadas y avanzadas, eran también formaciones tributarias, algunas de ellas en su etapa plenamente desarrollada, como el caso de nahuatls o incas, otras como la maya o chibcha, conformaban verdaderas confederaciones de ciudades/estado y finalmente las terceras como formaciones tributarias precoces. Estas constataciones nos llevan a afirmar que son absolutamente falsas las tesis de los hispanistas que sostienen presuntas y "probadas" superioridades de las culturas europeas a mediados del segundo milenio y a tiempo de llegar Colón a Abya Yala.

En algunos aspectos, efectivamente, nadie puede negar que los europeos trajeron adquisiciones técnicas, tecnológicas y culturales desconocidas en nuestras tierras, tal el caso de las armas de fuego, las técnicas de navegación (aunque los mayas tenían experiencia en navegación), la rueda, etc., empero, por otro lado, también tuvieron la oportunidad de aprender y a veces muy difícilmente, los grandes aportes de nuestras culturas y a veces llegaron a destruir elementos tecnológicos por que no los comprendían o porque los consideraban "diabólicos".

Por lo expuesto, la primera conclusión de nuestra ponencia hace referencia al desmontaje de un criterio completamente ideológico y falso que consiste en afirmar la superioridad absoluta de Europa y España respecto a nuestras culturas. La superioridad europea es relativa, así como la inferioridad abyalense también es relativa.

2) La conquista y colonización y el llamado "descubrimiento" de la ya llamada América, constituyó uno de los grandes crímenes cometidos por el modo de producción capitalista naciente contra los tres continentes no europeos. Respecto a este acontecimiento holocaústico el gran escritor Tzvetan Todorov nos dice acertadamente:

«El encuentro  (se refiere al encuentro entre América y Europa), nunca volverá a alcanzar tal intensidad si ésa es la palabra que se debe emplear: el siglo XVI habrá visto perpetrarse el mayor genocidio de la historia humana.

Sin entrar en detalles, y para dar sólo una idea general (aun si uno no se siente con pleno derecho de redondear las cifras), diremos que en el año de 1500 la población global debía ser de unos 400 millones, de los cuales 80 estaban en las Américas. A mediados del siglo XVI, de los 80 millones quedan 10. O si nos limitamos a México en vísperas de la conquista, su población es de unos 25 millones; en el año de 1600, es de un millón…Ninguna de las grandes matanzas del siglo XX puede compararse con esta hecatombe…..» (5)

En este sentido, debemos rechazar las afirmaciones primitivas e ignorantes que no veían futuro en el desarrollo progresivo de nuestros pueblos americanos. Señalamos, como un ejemplo negativo pero muy sugestivo, el criterio de un pensador tan conocido y ponderado como René Zavaleta Mercado que decía:

«Los españoles intentan una sustitución cultural y fracasan pero cortan el decurso normal de aquel cuerpo histórico (Se refiere a las culturas nativas americanas). Lo frustran pero no es forzoso considerar tal cosa como algo necesariamente desdichado. Por el contrario, hay razones para suponer que las pre-españolas eran culturas destinadas a una osificación más o menos sabia (?) y más o menos brillante (?), pero avanzando hacia una cueva....»   (6) (Las admiraciones y el subrayado son nuestros)

Si un pensador que en los ambientes intelectuales  e intelectualoides de nuestro país aparece como un verdadero gurú, como es y fue don René Zavaleta Mercado, puede expresar del modo más  cosmopolita y eurocentrista el criterio de que nuestras formaciones sociales aún siendo "sabias" y "brillantes" (sic, ¡qué concesión!), "avanzaban a un callejón sin salida", ¿qué podemos pensar de otros intelectuales institucionalizados en sus pensamientos sobre nuestras culturas originarias que ahora más que nunca se han lanzado con éxito a las cumbres del poder político derrotando un modelo económico genocida que pretendía perpetuar el sometimiento de las culturas nativas?

Es pues muy importante releer a Zavaleta y rescatar lo positivo de su pensamiento, pero criticando severamente sus digresiones descaminadas y contradictorias.

Es hora pues de combatir, en el plano de las ideas y de la teoría política y sociológica, el criterio euro-centrista que no termina de desaparecer aunque es rechazado sistemáticamente por la verdadera intelectualidad de América Latina.  Nuestra América, la del sur, fue cuna de grandes culturas y maravillosas creaciones civilizatorias y por ello mismo tiene el pleno derecho de exigir a la humanidad un cambio radical en la consideración incluso filosófica de la historia.

Es imprescindible que en América se tome conciencia de los delitos de Lesa Humanidad que se cometieron por parte de Europa occidental en las tierras de América de modo que nunca más se hable ni se considere a nuestros pueblos como inferiores, como "pueblos sin historia" y otras aberraciones semejantes que no tienen ningún asidero pero que se manifiestan una y otra vez por todos los canales de la ideología dominante.

2.  EL SEGUNDO GENOCIDIO.
La infame "Economía de Trata", el comercio de esclavos.

El comercio de esclavos practicado por "Occidente" es sin lugar a dudas uno de los tres mayores delitos cometidos contra los tres mundos con la ignominia llamada "Economía de Trata".

Un escritor  proveniente de Guinea Ecuatorial nos relata así el comercio negrero:

«Para surtir de mano de obra necesaria para iniciar la explotación de aquellas riquezas y tierras "sin dueño" tras el exterminio o reducción de los indios a las zonas impenetrables, las potencias conquistadoras volverían sus ojos sobre África para proveerse de la misma, dando origen al holocausto de la caza al hombre o de la trata de negros. Esta caza, que comienza desde el primer cuarto del siglo XVI con John Hawkins a la cabeza, trasladaría a tierras americanas más de 60 millones de negros durante tres siglos, sin olvidar otros tantos que durante su apresado, acampado en "factorías" y traslado posterior sucumbieron bajo el látigo y los fusiles de los negreros. La verdad es que aún en la actualidad no hay vocablos suficientes para calificar dicho holocausto. De entre las compañías negreras más relevantes podemos señalar las siguientes:

n                   La flota de John  Hawkins que dio origen a la Royal Company de Inglaterra, entre 1562 y 1700.
n                   La Compagnie Rouannaise de Francia.
n                   La Compagnie de Cap Vert et du Senegal.
n                   La Compagnie des Indes Occidentales de Colbert.
n                   La Compagnie du Senegal de 1672 q 1681.
n                   La Compagnhia do Guinea de Portugal, que en 1690 se obliga ella sola a proporcionar nada menos que "diez mil toneladas de negros".
n                   La Compañía de Corisco.
n                   La Concesión a los holandeses e ingleses por España del "navío de permiso y Asiento" durante Carlos V en 1518 y con ocasión de la paz de Aquisgrán con Inglaterra….» (7)

Como puede apreciarse por la importante cita, las potencias europeas organizaron compañías especiales para promover el infame comercio de carne negra para sus establecimientos en sus colonias americanas. Inglaterra, Francia, España y Portugal, encabezan la "hazaña" de comerciar con humanos.

El ex-presidente senegalés Abdu Diuf recordando en Dakar el crimen oprobioso exigía una compensación e indemnización a Europa por los inmensos daños causados a los pueblos africanos:

«(El monumento será erigido) para exaltar la capacidad del humano de poder erguirse y perdonar....toda la barbarie y genocidio y como indicio de la renuencia a aceptar la fatalidad de un mundo inclinado hacia el odio y la destrucción» (8)

Por su parte, Bashourum Abiola, editor y periodista nigeriano, expresaba:

«Hoy no podemos sentarnos y decir que todo está a la perfección y olvidado cuando sabemos que hay una relación directa entre el sufrimiento que pasamos hoy y el afrontado por nuestros antepasados por los comerciantes de esclavos y sus Estados auspiciantes hace 400 años... Las cifras varían, pero en 451 años de esclavitud, 139 millones de africanos murieron en cautiverio...»  (9)

Según el nigeriano, se desconoce cuantos millones de negros africanos llegaron a sus destinos, primero a plantaciones en el Caribe y luego a Norte y Sud América.

A su turno, el gran escritor guyanés Walter Rodney, que pagó con vida su trabajo científico de investigación, en una obra maravillosa y poco conocida, nos indica que:

«Uno de los puntos de incertidumbre es la cantidad de africanos que fueron exportados. Por mucho tiempo esto ha sido objeto de especulación, y los cálculos oscilan entre algunos millones y cifras que sobrepasan los cien millones....(en un período que se extiende entre 1445 y 1870)..»  (10)

Rodney, explica la resistencia de los pueblos africanos al infame comercio.

«Una vez iniciado el tráfico de esclavos en cualquier lugar de África, rápidamente se hizo claro que había quedado fuera de la capacidad de cualquier Estado africano el cambio de esta situa­ción. En Angola los portugueses emplearon un número inusitado de sus propios hombres para tratar de arrebatar el poder político a los africanos. El Estado angolano de Matamba sobre el río Kwango fue fundado alrededor de 1630 como una reacción directa contra los portugueses. Bajo el liderazgo de la reina Nzin­ga, el reino de Matamba intentó coordinar la resistencia contra Portugal en Angola. Sin embargo, hacia 1648, los portugueses ya llevaban las de ganar y esto dejó aislado al reino de Matamba: Y Matamba no podía mantenerse aparte eternamente. Mientras se opusiera al comercio con los portugueses sería objeto de la hosti­lidad de otros estados africanos vecinos que ya se habían comprometido con los europeos en la trata de esclavos. De modo que en 1656 la reina Nzinga reanudó las relaciones comerciales con los portugueses -una concesión crucial que fue decisiva para afianzar la hegemonía de los europeos en la economía angolana…..

Otro ejemplo de la resistencia africana al comercio de escla­vos viene de los baga, en lo que hoy se conoce como la república de Guinea. Los baga vivían organizados en Estados pequeños, y alrededor del año 1720 uno de sus líderes, de nombre Tomba, se propuso convocar una alianza para detener el tráfico de esclavos. Fue derrotado por los mercaderes residentes europeos, mulatos y otros africanos mercaderes de esclavos. No es difícil entender por qué los europeos se apresuraron a tomar todas las medidas necesarias para que Tomba y sus seguidores baga no pudieran escapar al papel que les había asignado Europa». (11)

Y siguiendo la recopilación de testimonios del segundo genocidio, otro delito de Lesa Humanidad cometido por Occidente, tenemos la opinión de Jack Woddis:

«La obligación de trabajar para los europeos ha sido el destino de los africanos durante más de cuatrocientos años. Desde el enorme y vergonzoso tráfico de esclavos de los siglos XVI a XVIII, hasta el momento actual, la mano de obra africana para los europeos ha estado vinculada a la fuerza y a la compulsión. …(12)  A pesar de lo grande que fue el mercado de esclavos realizado en los siglos XVII y XVIII por los holandeses, españoles, franceses y portugueses, no fue nada en comparación con el tráfico de esclavos de Gran Bretaña. "Casi cuatro veces más esclavos africanos fueron transportados en las bodegas británicas que en todos los barcos de las otras naciones juntas", escribió Redding. Este monstruoso comercio de esclavos y la resultante esclavitud fueron los ejes del surgimiento y crecimiento de la industria capitalista…..»

El mismo Woddis, citando a W. E. B. DuBois, nos dice:

«Poblaciones enteras fueron despobladas, tribus enteras desaparecieron. Fue la violación de un continente, jamás encontrada en la antigua o moderna historia….» (13)

El coronel Ewart S. Grogan, notorio dirigente de los colonos blancos de Kenia,  decía que si el africano no quería trabajar voluntariamente para los europeos, entonces era preciso obligarlo:

«Les hemos robado la tierra. Ahora tenemos que robarles los brazos…  El trabajo obligatorio es el corolario de nuestra ocupación del país…»  (14)

El gran escritor africano Jean Suret-Canale que también cita a DuBois, refiriéndose a las cifras estimadas de la gran exportación de seres humanos, nos dice:

«900 000 en el siglo XVI; 2 750 000 en el siglo XVII; 7 000 000 en el siglo XVIII y 4 millones en el siglo XIX; o sea un total de 15 millones…»  (15)

Pero estas cifras se quedan, efectivamente, muy cortas en vista de nuevos estudios y descubrimientos. DuBois entiende que por un esclavo llegado a América, hay que contar por lo menos cinco hombres matados en Africa o muertos en el mar.  A. Duchasse adelanta la cifra de 150 millones de africanos trasladados a América durante tres siglos y medio.

En torno al problema teórico de la esclavitud, es preciso señalar que existen opiniones muy diversas en torno a ella. Un primer error, según Woddis consiste en considerar la "exportación" de esclavos como un fenómeno tradicional que solamente habría cambiado de dirección. Así nos dice:

«Hubo sin duda, en los tiempos del esplendor de Ghana y de Malí, esclavos negros --productos de razzias contra las tribus independientes-- que eran vendidos en el mundo árabe. Nada atestigua, entre los autores árabes, una amplitud particular de este comercio: su importancia no superaba, y hasta probablemente era inferior, al tráfico de esclavos que alimentaba al mundo árabe desde Europa, donde los cristianos vendían sin escrúpulos de conciencia a los "infieles", los germanos y eslavos "paganos" secuestrados en los confines de la cristiandad. Ibn Haoukal señala, entre las "exportaciones" del Maghreb hacia oriente, a "eunucos sacados del país de los negros y del de los esclavones" (siglo X), En esta época, la fabricación de los eunucos con destino a países árabes era la rama de industria más activa en la ciudad de Verdum, y en Venecia, ejerció largo tiempo el mismo comercio a expensas de los eslavos del Adriático, quiénes dieron su nombre a la institución misma (esclavo, venido de "Esclavon", originario de la "Esclavonia" o "Eslavonia", que reemplaza el término latino survus o "siervo", cuyo sentido se ha modificado). (16)

Suret-Canale nos explica que es un error atribuir un papel decisivo a la trata de esclavos en la dirección de los países árabes por su importancia limitada. Dice que este comercio no tenía amplitud para constituir la forma de producción fundamental y que sobre todo servía para aprovisionar a los harenes árabes de concubinas y personal doméstico (Maurice Halbwachs. Encyclopédie francaise)

Finalmente en un rasgo de honestidad intelectual, Jean Suret-Canale nos explica:

«A cambio de los esclavos, Europa sólo entregó al Africa mercaderías de valor irrisorio, la "pacotilla", supervaluada a causa de su rareza y de su "exotismo" desde el punto de vista africano: pólvora y armas de fuego (destinadas esencialmente a la caza de esclavos), alcohol adulterado… Esas eran las principales "mercaderías de la trata". Europa por regla general, no se preocupó de dedicarse directamente a la caza de esclavos; la "compra" a los mismos africanos, sobre esta base, presentaba ventajas mucho más grandes y riesgos infinitamente menores. Así los mismos africanos se convirtieron en los artesanos de su propia ruina, para único beneficio de los negreros….» (17)

Inglaterra fue el principal impulsor de este infame comercio. La ciudad de Liverpool fue el principal puerto desde el cual se organizó la economía de trata de esclavos y se calcula que fueron alrededor de 5 300 viajes marítimos los que partieron desde la ciudad entre 1 700 a 1807.

Igualmente en la misma ciudad-puerto existe el Museo "Merseyside Maritime" muy cerca de donde zarpó el buque "Zong", famoso "por su cometido como por la actitud de su Capitán"

«En noviembre de ese año (1791) el Zong sufrió dos epidemias y sus existencias de alimentos se  redijeron más de lo previsto cuando efectuaba la travesía entre Liverpool y Jamaica, en el Caribe. Para combatir esos factores, al capitán del buque se le ocurrió otra solución que lanzar por la borda a 133 esclavos y reclamar después a su compañía aseguradora a 30 libras esterlinas (45) dólares por cada uno de ellos…..

Los abolicionistas de la época pretendieron que el capitán del buque fuera acusado de asesinato y llevado ante los tribunales de Justicia para que respondiera de lo sucedido, pero fracasaron en su intento, ya que los esclavos eran considerados en aquel entonces como una propiedad d la cual se podía disponer….

Uno de los efectos sobrecogedores…..es la captura, transportes y desventuras de Olaudah Equiano, un esclavo que logró escribir una autobiografía publicada en 1798. "Me pusieron rápidamente bajo la cubierta y recibí una salutación en mi nariz que nunca experimenté antes en mi vida, por lo asqueroso del enorme hedor de todos los que estaban allí… Llegue a estar enfermo y sucio que no fui capaz de comer…."…»  (18)

En breves términos es éste precisamente el carácter de este delito cometido contra el Africa por parte de Occidente.

3.                                      EL TERCER GENOCIDIO.
Las inicuas guerras del opio contra China.

Este genocidio es el practicado por el Modo de Producción Capitalista contra el Asia y en particular contra China e India, al imponerle a la primera las oprobiosas guerras del opio.

«En 1 826, llegaba a Hong Kong, el buque inglés "Red Rover" con un enorme cargamento de opio para consumo de la población china. La compañía de las Indias Orientales que administra el comercio inglés con China resolvió liberar su comercialización. "Se trataba de equilibrar nuestra balanza comercial - expresó un alto funcionario de la Compañía. "Hasta ahora nuestros intercambios comerciales con China arrojan saldos desfavorables que debemos cubrir con salidas de metálico. Ya que tenemos un producto muy codiciado por los fumadores chinos, creemos llegado el momento para su utilización sistemática……» (19)

El cinismo británico es realmente inaudito y como el gobierno chino se opondría a semejante crimen, la Inglaterra "democrática", declararía sucesivamente varias guerras las más  cínicas de todos los tiempos para obligar a una nación el consumo de la droga. ¿Tendrá valor moral "Occidente" hoy para censurar el comercio de narcóticos en el mundo?  Las "razones" inglesas fueron las siguientes:

«Es de lamentar que el comercio con ese país se halle, desde hace un tiempo, en una situación insatisfactoria, y que los resultados de nuestro dilatado intercambio en modo alguno hayan respondido a las justas esperanzas que naturalmente se basaban en un libre acceso a tan magnífico mercado. Nos encontramos con que las dificultades comerciales no surgen de la falta de demanda china de artículos de las manufacturas británicas, ni de la creciente competencia de otros países; el pago del opio absorbe la plata, cosa que causa gran malestar al comercio general de los chinos, y el té y la seda sirven en realidad para pagar el excedente….El tráfico del opio progresa firmemente. El aumento del consumo de té y seda en Gran Bretaña y Estados Unidos dará simplemente por resultado un aumento de aquel tráfico; la situación de los fabricantes es desesperante…» (20)

Se trataba de equilibrar la balanza comercial desfavorable para Gran Bretaña, de modo que se implementó la exportación de opio a China desde la India donde se cosechaba la droga. A partir de entonces y a través de las infames guerras del opio (tres), Gran Bretaña obligó a China a consumir opio en cantidades industriales.

Debemos reconocer que en aquellos tiempos, por lo menos, los personeros de las compañías comerciales del capitalismo eran más sinceros en cuanto a la verdad de sus negocios y no se ocultaban en una presunta "moralidad" de sus transacciones como lo hacen ahora.

Montgomery Martin, nos decía sobre el crimen del tráfico de opio:

«Si, el tráfico de esclavos era piadoso en comparación con el del opio: no aniquilábamos el cuerpo de los africanos, porque nuestro interés inmediato era conservarlos vivos; no envilecíamos su naturaleza, ni corrompíamos su mente, ni destruíamos su alma. Pero el vendedor de opio mata el cuerpo después de haber corrompido, degradado y aniquilado el ser moral de los infelices pecadores, con lo que hora tras hora se brindan nuevas víctimas a un insaciable Moloch, ante el altar del cual el asesino inglés y el suicida chino rivalizan en sus ofrendas….» (21)

La primera guerra inaudita del opio de Inglaterra contra China se produjo de 1839 a 1842 y fue la que inició esa nefasta etapa de las relaciones coloniales entre el Asia e Inglaterra.

La segunda guerra del opio se dio entre 1856 y 1858 a cuyo término se firmó el famoso Tratado de Tientsin cuyas cláusulas abrían al comercio extranjero los puertos chinos sobre el Yangtsé, en Manchuria, en las islas de Taiwan y Hainan, y también el puerto de Tientsin. Permitía residir en Pekín a los representantes diplomáticos de las potencias extranjeras; estipulaba que los extranjeros tendrían autorización para viajar libremente por todo el país y para navegar por los ríos interiores; garantizaba también la protección de los misioneros. Un tratado similar fue firmado entre Estados Unidos y China… (22)

La tercera guerra del opio que duró de 1859 a 1860, tiene los siguientes antecedentes.  Una expedición inglesa pretendió remontar el río Peiho a acompañar a los embajadores a su misión en Pekín. Los chinos se opusieron a que se siguiera esa ruta. Finalmente se comprobó que los fuertes de Taku que habían sido destruidos en la segunda guerra habían sido reconstruidos. Se produjo una gran batalla en tierra y agua donde fueron completamente derrotados los agresores. La prensa palmerstoniana montó en cólera y rugió al unísono. ¿Cómo era posible que los chinos, hombres inferiores se atrevieran a matar ingleses? El The London Daily Telegraph, decía:

«Gran Bretaña debe atacar al litoral de China en toda su extensión, invadir la capital, expulsar al emperador de su palacio y recibir alguna garantía material contra una futura agresión… Debemos azotar con el gato de nueve colas a todo funcionario que ostente el emblema del dragón que se atreva a tratar a nuestros símbolos nacionales con contumelia… Todos ellos (los generales chinos) deben ser colgados, como piratas y como asesinos, en el penol de la verga de un buque de guerra inglés. Será un espectáculo alentador y saludable el que una docena de villanos adornados de botones, con aspecto de ogros e indumentaria de bufones, se balanceen ante los ojos de la población. Hay que desatar el terror, de una u otra forma; y ya hemos tenido más que suficiente indulgencia… Es preciso enseñar a los chinos a respetar a los ingleses, que son sus superiores y deberían ser sus amos…. Lo menos que puede intentarse es capturar Pekín; en tanto que, si se adopta una política audaz, seguirá la confiscación a perpetuidad. Podríamos conservar a Cantón como retuvimos a Calcuta, y convertirla en el centro de nuestro comercio en el Extremo Oriente, compensarnos de la influencia de Rusia en las fronteras tártaras del Imperio y establecer las bases para un nuevo dominio….»  (23)   (Subrayado nuestro)

Se puede comprender el verdadero carácter del colonialismo británico en las palabras de los conductores de opinión de la prensa inglesa. Parece increíble que en la historia de la humanidad donde aparece la cultura occidental como la campeona de la justicia, la libertad y la democracia, comprobemos hasta qué punto la ideología occidental tiene todos los rasgos del racismo más repugnante. Como dueños ya del mundo desde aquellas épocas tan tempranas estos precursores del imperialismo y la globalización del terror pretendían ahogar en sangre a todo los dirigentes chinos y si posible a toda su población. Los chinos "inferiores" estaban obligados a respetar como sus "amos" a los británicos.  Los chinos y los asiáticos estaban obligados a consumir opio porque ese era el deseo y sobre todo el interés del comercio británico. ¡Qué ironía!, los británicos nos hablan de piratería. ¡Son efectivamente datos de antología!

Finalmente para finalizar este capítulo, citaremos a uno de los más grandes escritores norteamericanos que comenta de este modo el infame tráfico de opio contra China:

«En 1838 el Gobierno de Pequín ordenó la estricta aplicación del edicto contra la importación de opio, y Lin Tze-hsu, enérgico funcionario, ordenó a los importadores extranjeros establecidos en Cantón la entrega de las cantidades que tuvieran en sus almacenes. Ante su negativa, hizo rodear las residencias extranjeras, los obligó a entregarle 20 000 cajas de droga y destruyó completamente su contenido. Los británicos se retiraron a Hong Kong y comenzaron la primera "guerra del opio"……. Bombardearon las ciudades de la China que podían alcanzar desde la costa y obligaron a la paz capturando en Ching-kiang el control del Gran Canal………» (24)

«LAS GUERRAS DEL OPIO

¿A qué se debió que el opio casi destru­yera a un gran país como China? No fue por "flaqueza moral", como sostienen los que le echan la culpa  a la víctima.  No. En China ni siquiera había opio. Al pueblo chino le embutieron el opio  y después morfina y heroína, a punta de fusi1. Ese fue el motivo de las guerras del opio.  ¡La Gran Bretaña le declaró la guerra a China en 1839 para obtener tener el derecho legal a vender opio!

Cuando comenzó el comercio directo en­tre Europa y China en la época moderna, a la Gran Bretaña se le presentó un problema. Ansiaba la porcelana, el té y las sedas de China, pero a ésta no le interesaban sus productos y no le compraban nada. En consecuencia, la Gran Bretaña tenía que pagar sus compras con metales preciosos. En poco tiempo China comenzó a acumular montones de oro y plata británicos.

Eso es lo que los capitalistas llaman "de­sequilibrio comercial". Cuando es a su favor, les encanta. Pero cuando la Gran Breta­ña vio que el  oro y la plata se le escurrían de las manos, puso el grito en el cielo.

Lo que la Gran Bretaña necesitaba era una mercancía que China tuviera que comprar por fuerza. La mercancía perfecta re­sultó ser el opio, que los ingleses cultivaban en la India y Birmania. Los efectos del comercio de opio fueron inmediatos. Como observó un folleto del siglo XIX sobre la British East India Company:

"La Honora­ble Compañía ha obtenido enormes rentas del comercio de opio durante años y por su intermedio el gobierno y la nación británi­cos también han obtenido incalculables be­neficios políticos y financieros. El cambio de la balanza comercial entre la Gran Bretaña y China a favor de la primera, beneficia a la nación en seis millones de libras anua­les sin empobrecer a la India".

Los chinos conocían los peligros del opio. Los mercaderes portugueses y holandeses lo habían llevado a sus costas y en 1729 el emperador proclamó un edicto prohibiendo fumarlo. Así y todo, el contraban­do de opio continuó: en el siglo XVIII las importaciones eran de unos mil cajones de opio al año; en 1838 entraron a China unos 45 000 cajones, o sea unas 3 000 toneladas.

En 1839, el emperador le encargó al ofi­cial Lin Tse-hsu la misión de acabar con el tráfico de opio en Cantón, el único puerto abierto a barcos del extranjero. Cuando no pudo convencer al representante comercial de la Gran Bretaña de que le prohibiera a los barcos de su país llevar opio ---una vio­lación de la ley china---Lin dio un paso directo. Confiscó  20 000 cajones de opio de las bodegas de Cantón y las destruyó en una ceremonia pública.

¡A los capitalistas ingleses y estadouni­denses dedicados al comercio de opio eso les pareció una ultrajante violación de la propiedad privada! La Gran Bretaña de in­mediato le declaró la guerra a China y la invadió. La primera guerra del opio, de 1839 a 1842, terminó con la derrota de China. Tuvo que pagar 21 millones de dólares por el opio destruido y firmar un tratado que permitía a los buques ingleses entrar a cinco puertos chinos. Al año siguiente Estados Unidos obligó a China a firmar un tra­tado que le daba los mismos derechos; muchas fortunas de Nueva Inglaterra nacieron con el tráfico de opio a China.

Pero todavía era ilegal, oficialmente, im­portar opio en China. Ese problema lo resolvió la segunda guerra del opio, de 1858 a 1 860, cuando las   tropas de Gran Bretaña y Francia tomaron  Pekin, la capital. China tuvo que firmar otro tratado que abrió de par en par las puertas al comercio de opio. Para 1860, las importaciones de opio eran de 6 500 toneladas al año y se había empezado a cultivar en gran escala en las provincias de Sechuán y Yunán…»  (25)

CONCLUSIÓN.
 -   Los genocidios y los crímenes de Lesa Humanidad cometidos por  "Occidente" contra los “tres mundos” desde hacen quinientos años y el latrocinio consecuente, constituyen la causa y el origen de la prosperidad, la riqueza y el éxito de "Occidente" y no así, como lo sostienen muchos de sus ideólogos (Weber, Spengler y otros), una presunta superioridad racial aria, nórdica o algo por el estilo.

Para concluir esta breve ponencia, tocamos un punto muy importante que se refiere a las consecuencias de la colonización de América, la trata negrera contra el Africa,  las guerras del opio contra China y el influjo de ellas sobre nuestra vida contemporánea.

Se afirma de parte de los hispanistas que el "encuentro" es cosa del pasado y que ahora se trata de ver el futuro con relaciones nuevas de solidaridad y mutua cooperación en un mundo diferente democrático y completamente libre.

Son palabras muy cautivantes y conmovedoras, pero que difieren y distan sideralmente de la realidad contemporánea.

 Sostenemos que los mecanismos de la dependencia que hoy aplastan y siguen aplastando a nuestros pueblos del llamado Tercer Mundo y lo siguen sumiendo en la profundidad de la pobreza, la miseria, la desnutrición, el analfabetismo, la desocupación y otros múltiples males, tienen sus raíces precisamente en la Colonización europea. Pensamos que si bien tenemos "independencia" formal política y administrativa, podemos decir que nuestras repúblicas son aún más sometidas ahora que las viejas colonias españolas y portuguesas y en cuanto a la explotación y expoliación, afirmamos que cada año se extrae de América, Asia y Africa, más riqueza que en toda la época colonial, por la vía de la Deuda Externa y el Intercambio Comercial Desigual.

Cuando recordábamos el Quinto Centenario de la llegada de Colón a Abya Yala allá por la última década del siglo pasado, señalábamos que ese acontecimiento tenía una significación completamente diferente para nosotros. Debió constituir el comienzo vigoroso de una toma de conciencia plena y científica de las causas profundas de nuestro "atraso", nuestra postración y nuestro sometimiento. Debemos comenzar a mirarnos en nuestro propio espejo, no porque planteemos un retorno a lo imposible históricamente, sino porque nuestra realidad siendo diferente de la pasada, no puede ser tampoco similar a la de nuestros opresores.

En una palabra, no tenemos ninguna posibilidad, tampoco queremos hacerlo, de reproducir ni imitar, la vía de desarrollo capitalista que tuvieron en su tiempo nuestros opresores "occidentales", es decir los centros metropolitanos, de modo que, de todas maneras, nuestro desarrollo será, otra vez y siempre, desigual y distinto y si no encontramos nuestro propio camino, estamos, esta vez sí, condenados a avanzar hacia una cueva, la cueva del sometimiento eterno.

NOTAS BIBLIOGRAFICAS 
Primer genocidio.
1.  GALEANO, EDUARDO. "Cinco siglos de prohibición del Arco Iris en el cielo Americano". Revista Semana de "Ultima Hora". Domingo 4 de diciembre de 1994.
2.   Idem.
3.   ASAMBLEA ANUAL DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE BOLIVIA.        PRESENCIA, 3 de mayo de 1993.
4. ABYA YALA, un vocablo panameño que hacía referencia a las  tierras del norte y el sud del istmo en el idioma nativo.
5. TODOROV, TZVETAN. "La conquista de América". El problema del Otro. Siglo XXI editores. 1989. Págs. 14 y 144,
6. ZAVALETA MERCADO, RENE. "BOLIVIA. "El desarrollo de la conciencia nacional”.   Editorial Diálogo.   Montevideo-Uruguay. 1967. Pág. 22.

Segundo genocidio.
7.   BUALE BORIKÓ, EMILIANO.  "Guinea ecuatorial. Las aspiraciones bubis al       autogobierno". Editorial Iepala. Madrid-España, Págs. 85-86.
8. PRESENCIA. Página Internacional. "Se deberá compensar por la esclavitud". Líderes   africanos. Pág. 10. 1° de julio de 1992. 
9. PRESENCIA. Citada.
10.   RODNEY, WALTER. "De como Europa subdesarrolló a África". Editorial Siglo XXI. México 1982. Primera  edición.
11. RODNEY, WALTER. Idem.
12. WODISS,   JACK. "Africa, las raíces de su rebelión". Editorial Platina. Pág. 71.
13. WODISS,  JACK.  Citada. Pág. 72.
14. WODISS,  JACK.   Citada, Pág. 73.
15. SURET-CANALE, JEAN.  "Africa negra". Editorial Platina.  1959. Pág.132. 
16. SURET-CANALE. Citada. Pág. 133.
17. SURET-CANALE. Citada. Pág. 134.
18. PRESENCIA. "Un museo pretende ayudar a blancos y negros a confrontar la historia". Domingo, 6 de noviembre de 1994.
19. EL CHASQUI. (1825-1829) El Diario". "Noticias de todos los sucesos que forman             la historia de los tiempos". Año I. No. 14. Suplemento Dominical.  Pág. 7. Domingo 5      de julio de  1992.

Tercer   genocidio.
 20. MARX Y ENGELS.  "Sobre el colonialismo". Cuadernos de P y P. No. 37. Pág. 181.
21. MARX Y ENGELS.  Citada. Pág. 180.
22. MARX Y ENGELS.  Citada. Págs. 179-180.
23. MARX Y ENGELS. Citada. Pág.  207.
24. DURANT, WILL.  "La civilización del Extremo Oriente". “Historia de la Civilización II". Editorial Sudamericana. Bs. As. 1956.  Pág. 223.
25. GUERRAS DEL OPIO. Obrero revolucionario.

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